“Debió de ser así tu caída cuando el suelo se invirtió hacia el sol y el mundo se hizo ingrávido. ¿No caían, di, contigo todas las cosas?¿No era ese caer como un carguero turco: las bolsas, los geranios, las esperas? ¿No caían también uñas pintadas, flores robadas, cosas bonitas y nuevas, y mayores? Bienaventurada del salto. Las piedras, sí. Las hierbas, sí. El olor de los guisos. Las bicicletas y el sabor de los refrescos en verano. Todo cae contigo. Y tú de pie. Si mis manos, mi voz, te tocasen”
Libro de las Caídas, Pablo Angulo/Andrés Barba
Libro de las Caídas, Pablo Angulo/Andrés Barba